Casi todos ellos han tenido otra ocupación (albañil o diariero, domador o electricista), y un horizonte que la Argentina neoliberal les robó. A los más chicos, a los que les resulta natural salir de la escuela y subirse al carro, nadie les ha dicho aún que hay otros horizontes posibles.
Gustavo Pirola salió a dar testimonio de esta realidad y, grabador en mano, tuve el orgullo y el placer de acompañarlo. La mirada de Gustavo es como él mismo: franca, sensible, solidaria. Una cámara que tiende la mano al prójimo -de igual a igual- y pone el foco en lo que muchos no quieren ver. Durante varias noches, los cartoneros de Bahía Blanca compartieron con nosotros algo de sus historias, sus broncas, sus sueños y el humor que con toda guapeza le ponen al día a día. Esta muestra es el resultado. Ojalá sensibilice, siembre comprensión, acerque voluntades.
Estos son los cartoneros, nuestros vecinos.
Damian Lozada Leer mas...